domingo, mayo 06, 2007

Pasó el tiempo esperado y al fin, Spencer Tunick se presentó en la Ciudad de México para incluirla en su cartera de fotografías controvertidas. Hubo muchos comentarios al respecto, desde los que lo promovimos hasta quienes lo censuraron, pero después de todo, así es la pluralidad.

Tal y como lo dije en su momento, yo estaría en esa fotografía, y ahí estuve. Aquí, una sencilla crónica de los hechos, para que no les digan, ni les cuenten... ¿a quién más conocen que haya estado dentro?

La semana previa
Recibo la notificación de que la toma se hará el domingo 6 de mayo. EN una página de internet de acceso solo para participantes registrados se detallan las instrucciones y consideraciones a seguir, la carta que se debe firmar y un croquis de la zona.

Domingo 6 de mayo
3.30 am - Todo está en silencio y el despertador por sonar. Es demasiado temprano, pero no estoy cansado y aunque quisiera dormir un poco más, prefiero darme una ducha que me despierte por completo para el encuentro. Había dormido unas horas extras la tarde anterior, así que no fue tan dura la desvelada.

4.20 am - Salgo en busca del resto de los valientes que me acompañarían en esta experiencia.

4.55 am - Algunos valientes se rajaron sin decir "agua va". En fin, cada quien sabe sus móviles. Vamos camino al centro con ánimos, buena música y muchas dudas.

5.05 am - Una escala en la gasolinera. No es para cargar combustible, sino para terminar de terminar el miedo.

5.20 am - Llegamos a Eje Central. Las calles que te llevan al Centro cerradas al tránsito de automóviles y todas las banquetas abarrotadas. No hay lugar para estacionarse en toda la zona; incluso algunos se han estacionado encima de las aceras y encuentro un lugar, que aunque incómodo, parece ser el único disponible. Dejamos todas las cosas en el auto: teléfono, dinero, gafas, ropa extra... y a caminar las seis cuadras que faltan para llegar al primer cuadro.

5.27 am - La fila es enoooooorme. Debe empezar muy cerca del Zócalo, y aún faltan cuatro calles. Empezamos a buscar rostros conocidos, aunque después de mirar un poco, decidimos dejar de hacerlo: algunas miradas intimidan, y no precisamente por lo duras.

5.32 am - La fila avanza muy rápidamente y debemos correr para no perderla. ¿Acaso es como un Reality Show? No traigo cinturón y debo ir sosteniendome el pantalón para no terminar desvestido antes de tiempo.

5.36 am - Llegamos a la zona de acceso al Zócalo. Todo está custodiado por elementos de seguridad y personal de la UNAM. Unos policías están expulsando a dos tipos malencarados que parecen haber bebido de más y tienen la cara rasguñada. Mucha gente alrededor que por alguna razón no dejaron entrar y está gritado, pero la policía mantiene distancia para proteger a los participantes que portamos el registro.

5.37 am - "Rápido, hay poco tiempo. Entreguen su hoja sin doblar a las personas de las cajas. No corran, muévanse rápido pero sin correr"

5.40 am - Nos llevan a la periferia de la plancha del Zócalo. EL primer cuadro está acordonado y piden que nos sentemos muy juntos en el pavimento y las aceras de la catedral. Aún tenemos muchas dudas, pero empieza la plática y las bromas con la gente que está alrededor.

5.45 am - Sigue llegando gente. Una chica de buen ver pide permiso para sentarse en un hueco a un costado mío. "Con todo gusto, nomás faltaba". Salva decepción: después presenta a su novia. Esta es la última noción que tengo de la hora.

?.?? am - Nos dan instrucciones. Repiten las posiciones A, B y C hasta el cansancio. Quieren asegurarse que todo saldrá perfecto. En la azotea y balcones de los edificios sobre Monte de Piedad, se ven numerosos destellos de flash, gente adosada a las ventanas y hasta un helicóptero que da vueltas encima de nosotros. La rechifla se deja escuchar mientras sigue llegando gente.

?.?? am - Encontramos a alguien que parece ser un conocido de la universidad. Ni idea de cómo se llame, pero ahí está. Sigue la charla con la gente cercana mientras la pareja de mujeres que se sentó al costado está disfrutando tomándose fotos después de hacer migas con un par de gays que encontraron. Hay una tercera amiga: no parece ser lesbiana; mejor me reservo el chasco. En diferentes zonas se dejan escuchar porras: la UNAM y el Politécnico, el tradicional "ME-XI-CO, ME-XI-CO" con aplausos y los abucheos para los mirones de los hoteles.

?.?? am - Tunick se presenta. El traductor es malo, pero no tanto como el sistema de audio que no consideró el eco de una plaza como ésta. No se entiende lo que Tunick dice y medio alcanzamos a distinguir las palabras del trauctor. Un grupo de organizadores regresa a darnos por enésima vez las instrucciones mientras algunos del fondo le gritan "ejemplo... pero sin ropa!"

?.?? am - Tunick dice estar listo. A la cuenta de tres, todo mundo se saca la ropa, aunque en principio con algo de calma. En cuanto el primero se despoja de los calzoncillos, todos los demás nos la quitamos en tres patadas. Seguramente, a más de uno nos entró la duda en ese momento... después de todo, pues ya estamos aquí. ¿Qué más?

?.?? am - Sin ropas, y como un grupo de niños que salen al recreo, cubrimos la plancha del Zócalo. "Una persona por cada cuadro" pero las ganas de aparecer al frente de la imagen son muchas y nadie quiere recorrerse al final. Todos de espaldas a Palacio Nacional. En alguien debe caber la cordura para recorrerse hacia atrás, pero pocos acceden. Unos más tratan de ayudar señalando huecos que pueden usarse... Tunick olvidó lo necios que somos los mexicanos.

[buen rato después] am - Seguimos sin poder terminar la formación. Centenas de personas están amontonadas al frente y los esfuerzos por ordenarlas para cubrir todo el Zócalo empiezan a cansarse. Siguen las porras, siguen las bromas. Somos un montón de mexicanos desnudos parados en pleno zócalo a mitad de la madrugada. Algunas mujeres caminan con los brazos sobre el pecho, pero en general, nadie se tapa, nadie se esconde. Un aire de respeto profundo, da confianza para seguir y estar ahí, sin complejos, sin inhibiciones.
En la calle, del otro lado de la barra de policías que cierran el acceso al Zócalo, se escuchan gritos y aplausos. Parece que un grupo que ya no pudo pasar -sin saberse exactamente por qué- decidió quitarse la ropa y hacer su propia foto.

[otro rato después] am - Ahora si. Todos en sus lugares y empezamos las tomas. Primero: Posición A. "Todos de frente con los brazos a los costados. No sonrían, vean la cabeza de la persona que está frente a ustedes" Pasan unos segundos y al fondo se escucha algo que nos hace carcajear. No podemos contener la risa y Tunick vuelve a pedir que estemos serios. Esto parece una foto para título. Luego vuelve a decir "Todos, un saludo Mexicano" y de inmediato se deja escuchar la rechifla "tutu-tu-tu-tú", las manos arriba con el dedo medio levantado y uno que otro codo que se asoma al frente. Tunick no sabía el efecto que sus palabras pudieron tener, así que corrige "Un saludo a mexicano a la bandera". ¡Que falta de respeto! ¡Desnudos y saludando a la bandera! Solo un detalle, que quizás nadie había notado: ¡No hay bandera! Y eso porque alguien, desde el fondo gritó "¿Y dónde está la pinche bandera?" Carcajadas otra vez. Bueno, pues ni hablar... ¡a saludar!

?.?? am - "Bien" Descuelgan la manta de la posición 'A' que estaba en el edificio y colocan la de 'B', en la que había que acostarse en el suelo, completamente extendidos. "Todos con la cabeza hacia el asta bandera". Imagino como debe verse la figura desde el aire, una composición radial de tonalidades rosa, blanca, café y negra. Me gana la duda y levanto un poco la cabeza... ¡se ve fantástico! Es como una gran alfombra de pieles. Vuelvo a bajar la cabeza y mientras miro al cielo, que ya ha clareado, pienso en lo afortunados que somos al vivir una experiencia como ésta. ¿cuándo puedes acostarte a medio Zócalo, completamente desnudo para contemplar un cielo sin nubes? Sonrío y me da gusto estar ahí, lástima por aquellos a los que les ganaron los pretextos.

?.?? am - Otra posición. Todos como caracoles con la cabeza en dirección a la catedral. Parecería que estamos orando, pero vuelvo a levantar la cabeza y lo que veo es un paisaje más extraño: es como si fueran un montón de frijoles acomodados en ese espacio. Tardamos mucho tiempo; otra vez los del fondo no terminan de acomodarse. ¡Ah! Pero si serán.... Las rodillas duelen un poco si no apoyas bien el peso, y de pronto "Apúrense, que si no se me sale un gas". Carcajada general, pérdida de la posición y la inevitabe búsqueda del autor de comentario gamborino que nos hace el rato. Desde la perspectiva de Tunick nuestras carcajadas debieron parecer una gelatina a medio cuajar montada en una lavadora. Recuperamos la compostura y de nuevo la posición. Ha sido una mañana como ninguna.

?.?? am - Nueva toma. "Todos caminen hacia Veinte de Noviembre", y como manifestantes nos deplazamos. Un espontáneo empieza el coro que todo mundo sigue "Foto por foto, casilla por casilla", que arma el ambiente general mientras llenamos el fondo de la plaza. Tunick no puede expresar lo que quiere y su traductor sufre un lost in translation, aderezado por un megáfono que casi no se escucha. Pocos entendemos un poco... que miremos hacia la calle, coloquemos las manos encima de los hombros de los vecinos y formemos filas y un triángulo. ¿¡Un triángulo!? Rechifla de los que se apresuraron para llegar al frente, porque además de no escuchar, resulta que serán los del fondo en la toma. Al final, la idea resulta ser una flecha que apunta hacia el corazón de la ciudad.

?.?? am - "Thank you. Mushas gracias. Hombres, gracias, pueden irse. Mujeres del lado de la entrada del metro". Tunick congrega solamente a mujeres en una pequeña sección. No imaginamos cuantas puedan ser, pero dificilmente cubren un cuarto de la plaza.

?.?? am - Regresamos al sitio donde estábamos sentados a buscar nuestra ropa. En medio de un verdadero tianguis, algunos preguntan por su 'tanga rosa' y la de 'encaje'. Las mujeres están al fondo e la foto y ya casi todos los hombres vestidos de nueva cuenta. Algunos aprovechan para intercambiar teléfonos, pues parece que encontraron pareja... quien sabe como se vayan a poner los hoteles del centro después.

?.?? am - Caminamos hacia los autos; los policias siguen custodiando la zona y nadie puede entrar. Salimos todos en orden, con una sonrisa de oreja a oreja por haber sido parte de esta experiencia.

8.35 am - Regresamos al auto, tomo mi teléfono y veo que no hay llamadas. ¿Quién va a estar despierto a estas horas? Recupero la noción del tiempo y conduzco a casa. Este domingo ha sido como ninguno otro en toda mi vida.

[RT·EC]
Fotos: El Universal / Agencias

Galerías
El Universal · EsMas

Textos
El Universal · EsMas · Hechos